Dependencia Emocional: ¿Amor o Prisión?

noviembre 29, 2016 10:24 am

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Rosa llegó a consulta después del último desencuentro con su pareja. Ella había salido a correr unos kilómetros un domingo por la mañana cuando Luis la llamó y le dijo que el cajón de la habitación estaba desordenado y que debía regresar para ordenarlo. Ella misma se sorprendió cuando se descubrió regresando y diciéndose a sí misma cómo había podido dejarse el cajón sin ordenar. A los tres días empezó su psicoterapia.

Alberto lleva 12 años casado. En todo este tiempo su vida personal ha ido desapareciendo, ha dejado de tener amigos, ha dejado el gimnasio, ha descuidado su alimentación, no dispone de dinero para sus gastos… Desde que se casó, Alba tomó el control de todo y con su bajo autoconcepto y escasa asertividad, Alberto no es capaz de salir de ésta relación tóxica. La ansiedad y la depresión fueron los motivos por los que decidió empezar terapia aunque desde la primera sesión la Dependencia Emocional fue el eje central de nuestro trabajo.

Son sólo dos casos. Dos personas sumergidas en relaciones nada gratificantes que progresivamente han ido abandonando su vida y su bienestar para agradar a sus parejas y evitar a toda costa el abandono y la soledad. Pero, ¿existe realmente ese concepto de Dependencia Emocional?

Desde el ámbito psicoterapéutico casi todos los profesionales probablemente afirmaríamos que sí. Por nuestras consultas pasan numerosas personas con un patrón de dependencia y sumisión a sus parejas que, como en el caso de Rosa y de Alberto, termina siendo el foco de las intervenciones psicológicas. En los casos más graves es fácil identificarlo puesto que los trastornos ansiosos y depresivos nos muestran la profunda insatisfacción vital en la que están inmersas; no obstante, puesto que todos tenemos necesidad del otro –a fin de cuentas somos seres sociales-, en ocasiones es complicado para uno mismo establecer la frontera entre una vinculación sana y la dependencia emocional.

¿Cómo puedo saber si es mi caso?, ¿Cómo puedo saber si necesito tratamiento?.

La comunidad científica ha realizado en los últimos años algunos estudios y propuestas y parecen estar de acuerdo en las principales características esenciales que determinan la presencia de la Dependencia y que, si las detectas en ti, deberías plantearte acudir a un psicólogo para ponerle solución.

  1. Patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir desadaptativamente con otras personas.
  2. Tener una necesidad excesiva de la aprobación de los demás.
  3. Gusto por las relaciones exclusivas.
  4. Demanda de disponibilidad continua de la presencia de la otra persona.
  5. Euforia excesiva y expectativas irreales sobre las relaciones de pareja.
  6. Relaciones basadas en roles asimétricos: sometimiento o subordinación a la pareja (llegando a soportar desprecios y humillaciones).
  7. Miedo a la soledad, a la separación y a perder la relación.
  8. Búsqueda constante de expresión afectiva de la pareja.

Como consecuencias directas de estos rasgos (en ocasiones el motivo por el que acuden a psicoterapia) son habituales los trastornos ansiosos y depresivos además de la baja autoestima, el sentimiento de inferioridad y el autoconcepto negativo hacia ellos mismos.

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